¿QUE TIPO DE DESMAQUILLANTE NECESITO PARA MI PIEL?
El desmaquillante es un producto hecho específicamente para retirar el maquillaje de tu piel de forma eficaz, manteniendo una sensación de hidratación, cuidado y bienestar.
Un buen desmaquillado es la clave de una buena rutina de belleza, es un gesto imprescindible para lucir un rostro sano y joven.
Irse a la cama con el maquillaje puesto tiene consecuencias directas sobre el envejecimiento prematuro de la piel, produce irritación, obstruye los poros y se forman granitos. La piel se reseca y las arrugas se acentúan por esa falta de elasticidad que ocasiona la sequedad.
Estos Son Algunos Desmaquillantes Que Puedes Usar Según El Tipo De Piel Que Tengas
Gel desmaquillante
Si hay un producto para limpiar el maquillaje del rostro que nos resulte cómodo ese es el gel, si bien es más apropiado para las pieles mixtas o grasas. No solo porque nos da esa sensación de limpieza profunda gracias al contacto con la espuma y el agua directamente en nuestro rostro, sino porque lo podemos usar en la ducha. Así, la limpieza matutina previa al tratamiento del cutis, podemos hacerla mientras nos duchamos.
Cabe destacar que es necesario aplicar el gel desmaquillante siempre sobre la piel húmeda (ya sea en la ducha, o sobre el lavabo). La experta de Yves Rocher nos recomienda extender una gota del tamaño de un garbanzo, para a continuación masajear delicadamente (sin frotar) y después aclarar. Además recalca que conviene ser cuidadosas para evitar el contacto con los ojos.
Leche desmaquillante
Este cosmético limpiador tradicional es ideal para pieles secas y maduras porque arrastra la suciedad a la vez que deja la piel hidratada y suave. Dos dudas nos puede surgir en este caso: la cantidad de producto que debemos usar y si es necesario / apropiado el aclarado posterior.
En este caso, la cantidad de producto debe ser la de una avellana, y como señala Begoña Gómez. Además, explica que «debe extenderse sobre el rostro seco, los ojos y los labios. Hay que retirar el producto con un disco de algodón. Y no, no se aclara con agua».
Agua micelar
Hace años que descubrimos este formato de desmaquillante suave y apto para todo tipo de pieles. Su virtud está en las micelas, que atrapan la suciedad y la arrastran sin necesidad de jabones ni ingredientes oleosos.
El agua micelar se aplica siempre con ayuda de un algodón sobre la piel seca, tanto en el rostro como en el cuello y los ojos.En este caso que es importante no frotar, sino dar pequeños toque ya que las micelas se encargan de atrapar la suciedad. Por esta misma razón, con el agua micelar tampoco hay que aclarar con agua.
Aceite desmaquillante
El aceite es otro formato que irrumpió en la cosmética con fuerza hace algunos años provocando gran aceptación. Aunque a priori se trata de una textura más apropiada para pieles secas y maduras, hay fórmulas como la del Aceite Desmaquillante Calmante Pure Camomille de Yves Rocher diseñadas para cutis sensibles.
Como explica la experta, «dos gotas son suficientes y debe aplicarse sobre el rostro seco, los ojos y los labios. Para aplicarlo correctamente hay que masajear el cutis con suavidad (así arrastrará el maquillaje y la suciedad) y después aclarar. En caso de tener la piel muy seca, puede retirarse el exceso del producto con un disco de algodón», aconseja Begoña Gómez.
Espuma desmaquillante
Este formato también resulta muy cómodo porque nos permite prescindir de los discos de algodón. Eso sí, necesitaremos agua para aclarar el rostro y retirar los restos de espuma.
«Hay que extenderla siempre sobre el rostro húmedo. Masajear delicadamente y luego aclarar con agua. La dosis perfecta es la del tamaño de una nuez y conviene evitar el contacto con los ojos», recomienda la experta.
Toallitas desmaquillantes
Aunque sin duda no son la opción menos recomendable, siguen siendo una buena alternativa en momentos y ocasiones puntuales, ya que nos permiten gran comodidad. Son ideales, por ejemplo, cuando no tenemos agua a mano y queremos retirar el maquillaje o la suciedad acumulada a lo largo de la jornada.
La experta nos explica que no debemos usar este tipo de toallitas sobre la piel húmeda y nos da la clave para que resulten lo menos agresivas posible para el cutis: «Basta deslizarlas por el rostro, sin hacer demasiada presión ni frotar” para eliminar tanto el maquillaje como la suciedad. Nos recuerda también que las toallitas desmaquillantes no requieren aclarado y nos aconseja “tener cuidado de cerrar cuidadosamente el envase después de usarlas».